martes, 24 de mayo de 2016

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El león perdido 

Una mañana muy soleada en el zoológico de Xalapa había un gran alboroto de los animales, los visitantes estaban inquietos y los cuidadores muy nerviosos, Kuasi, el león estrella del zoologico, había desaparecido.
 – ¡No puede ser! ¡Kuasi ha desaparecido!- gritó el cuidador.
Tanta era la preocupación que este tenía que decidió comenzar a entrevistar a los animales que creía que podían decirle dónde estaba este tremendo león. Y fue así como empezó. El primer entrevistado fue el mono
– Monito estoy muy preocupado porque desapareció Kuasi, ¿tú sabes dónde está? – Preguntó el cuidador.
– No, no sé - contestó.
– Bueno mono, gracias. Entonces le preguntaré al señor elefante. A ver Don elefante ¿usted sabe que le pasó a león Kuasi? Si lo sabe dígamelo por favor.
El elefante dijo:
-Yo no sé nada, pregúntele a la chismosa de la serpiente.

Entonces el cuidador se dio cuenta que debía cuestionar inmediatamente a la señorita serpiente, ya que al parecer, ella tenía información secreta acerca de los planes del león Kuasi.  Fue con ella y le dijo:
- A ver señorita serpiente, cuéntame, ¿dónde está Kuasi?
La serpiente respondió diciéndole:
- Pues yo escuché y no es que sea yo chismosa, pero el leoncito dijo que se iba a escapar del zoológico para conocer la ciudad. Sólo eso escuche. 
Al tener noticias de Kuasi, el cuidador decidió emprender el viaje e ir en busca del tremendo leoncito. Mientras el cuidador se dedicaba a la búsqueda, Kuasi andaba perdido caminando entre los coches de la ciudad. Kuasi, paso a paso, fue recorriendo este nuevo lugar para él, y, mientras descansaba bajo un un árbol, Kuasi se preguntó a sí mismo:
–¿Cómo se llamará este lugar tan raro? ¿Será esta la ciudad?
Kuasi alcanzaba a escuchar música, el canto de aves y olía un rico aroma a palomitas. El olor le estaba provocando hambre, pero comenzó a espantarse cuando escuchó gritos y murmullos de la gente que se encontraba cerca.
Kuasi decidió acercarse a unos niños y preguntarles qué pasaba, los niños al escuchar el rugido comenzaron a llorar porque el león se acercó mucho a ellos y sentían la melena alborotada. Kuasi quiso calmarlos acariciándolos con sus garras y ellos al sentir que los lastimaba, salieron corriendo.
Entonces, Kuasi volvió a quedarse solo, hasta que un pajarito que iba cantando, al verlo preocupado, se le acercó y le preguntó:
-¿Qué te pasa, amiguito?
El león le respondió:
-Me he perdido, quise salir de mi zoológico a conocer la ciudad pero ahora no sé cómo regresar con mis amigos.
El pajarito de grandes plumajes le dijo:
–Yo te llevaré de regreso con ellos, si quieres.
El león se puso muy contento y le pidió que volara para seguirle. El pajarito y el león emprendieron su viaje, el león caminaba siguiéndolo y el pajarito muy contento se dejaba llevar por el viento.
De pronto escucharon un trueno muy fuerte y se asustaron, pero siguieron su camino. Al poco rato se soltó la lluvia, ambos decidieron esperar un rato a que dejara de llover y cuando la lluvia paró continuaron el viaje. 
Durante el camino se encontraron al cuidador del zoológico. El león y el cuidador se pusieron muy contentos por estar de nuevo juntos. Kuasi movía las melenas de la emoción que sentía y prometió que no volvería a escaparse nunca más.  
El cuidador llevó a Kuasi de regreso al zoológico y, de paso, se llevó al pajarito a quien le puso de nombre Pánfilo. Al llegar al zoológico, los animales se pusieron muy contentos y armaron una gran fiesta con cohetes para celebrar el regreso de Kuasi el león y el recibimiento de un muevo miembro.  
Los animales bailaron y festejaron todo el día, cayó la noche y el cuidador sonó la campana que indicaba que debían irse a descansar y fue así como acabo la gran fiesta.
FIN
Cuento enviado por Mº Esther García desde México.


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