El león perdido
Una mañana muy soleada en el
zoológico de Xalapa había un gran alboroto de los animales, los visitantes
estaban inquietos y los cuidadores muy nerviosos, Kuasi, el león estrella del
zoologico, había desaparecido.
– ¡No puede ser! ¡Kuasi ha desaparecido!-
gritó el cuidador.
Tanta era la preocupación que
este tenía que decidió comenzar a entrevistar a los animales que creía que
podían decirle dónde estaba este tremendo león. Y fue así como empezó. El
primer entrevistado fue el mono
– Monito estoy muy preocupado porque desapareció
Kuasi, ¿tú sabes dónde está? – Preguntó el cuidador.
– No, no sé - contestó.
– Bueno
mono, gracias. Entonces le preguntaré al señor elefante. A ver Don elefante
¿usted sabe que le pasó a león Kuasi? Si lo sabe dígamelo por favor.
El elefante dijo:
-Yo no sé nada, pregúntele a la chismosa de la
serpiente.
Entonces el cuidador se dio
cuenta que debía cuestionar inmediatamente a la señorita serpiente, ya que
al parecer, ella tenía información secreta acerca de los planes del león Kuasi.
Fue con ella y le dijo:
- A ver señorita serpiente, cuéntame, ¿dónde está
Kuasi?
La serpiente respondió diciéndole:
- Pues yo escuché y no es que sea yo chismosa, pero
el leoncito dijo que se iba a escapar del zoológico para conocer la ciudad.
Sólo eso escuche.
Al tener noticias de Kuasi, el
cuidador decidió emprender el viaje e ir en busca del tremendo leoncito.
Mientras el cuidador se dedicaba a la búsqueda, Kuasi andaba perdido caminando
entre los coches de la ciudad. Kuasi, paso a paso, fue recorriendo este nuevo
lugar para él, y, mientras descansaba bajo un un árbol, Kuasi se preguntó
a sí mismo:
–¿Cómo se llamará este lugar tan raro? ¿Será esta
la ciudad?
Kuasi alcanzaba a escuchar música,
el canto de aves y olía un rico aroma a palomitas. El olor le estaba
provocando hambre, pero comenzó a espantarse cuando escuchó gritos y murmullos
de la gente que se encontraba cerca.
Kuasi decidió acercarse a unos niños y preguntarles
qué pasaba, los niños al escuchar el rugido comenzaron a llorar porque el león
se acercó mucho a ellos y sentían la melena alborotada. Kuasi quiso calmarlos
acariciándolos con sus garras y ellos al sentir que los lastimaba, salieron
corriendo.
Entonces, Kuasi volvió a quedarse solo, hasta que
un pajarito que iba cantando, al verlo preocupado, se le acercó y le preguntó:
-¿Qué te pasa, amiguito?
El león le respondió:
-Me he perdido, quise salir de mi zoológico a
conocer la ciudad pero ahora no sé cómo regresar con mis amigos.
El pajarito de grandes plumajes le dijo:
–Yo te llevaré de regreso con ellos, si quieres.
El león se puso muy contento y le
pidió que volara para seguirle. El pajarito y el león emprendieron su
viaje, el león caminaba siguiéndolo y el pajarito muy contento se dejaba llevar
por el viento.
De pronto escucharon un trueno muy fuerte y se
asustaron, pero siguieron su camino. Al poco rato se soltó la lluvia, ambos
decidieron esperar un rato a que dejara de llover y cuando la lluvia paró
continuaron el viaje.
Durante el camino se encontraron
al cuidador del zoológico. El león y el cuidador se pusieron muy
contentos por estar de nuevo juntos. Kuasi movía las melenas de la emoción que
sentía y prometió que no volvería a escaparse nunca más.
El cuidador llevó a Kuasi de regreso al zoológico
y, de paso, se llevó al pajarito a quien le puso de nombre Pánfilo. Al llegar
al zoológico, los animales se pusieron muy contentos y armaron una gran fiesta
con cohetes para celebrar el regreso de Kuasi el león y el recibimiento de un
muevo miembro.
Los animales bailaron y
festejaron todo el día, cayó la noche y el cuidador sonó la campana que
indicaba que debían irse a descansar y fue así como acabo la gran fiesta.
FIN
Cuento enviado por
Mº Esther García desde México.
mss esta muy padre
ResponderEliminarsoy gaby
ResponderEliminarsoy gaby
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