EL CABALLERO Y LA BRUJA
Cuenta la leyenda que
en este mismo reino, no hace demasiado tiempo, vivían un apuesto caballero y
una bella dama. Ambos se amaban y eran felices.
Un día durante un
viaje de vuelta a la ciudad donde habitaban una fuerte tormenta provocó que se
extraviaran dentro de un frondoso y oscuro bosque.
Después de mucho
vagar por él y casi cuando la noche había llegado, divisaron a lo lejos una
pequeña y destartalada casa que parecía habitada, así que decidieron acercarse
en busca de cobijo. Cuando llegaron una anciana les abrió la puerta
invitándoles a entrar.
Pasad y descansad
esta noche, parecéis perdidos y cansados, os preparare algo para reponer
fuerzas y luego podréis dormir
Los dos jóvenes
agradecieron su hospitalidad a la anciana y entraron en la pequeña casa. La
anciana les dio algo de comer y más tarde les enseñó el lugar donde dormirían.
Durante la noche la
bruja se transformó en una bella dama he intentó yacer con el caballero, más el
amor que el caballero sentía por su dama era tan grande que éste rechazó a la
malvada bruja. Ésta, terriblemente enojada lanzó una maldición, la maldición
consistía en que ambos enamorados nunca más estarían juntos y cada uno apareció
en una parte del mundo.
El caballero
desesperado comenzó a buscar a la bella dama y a todo aquel que encontraba le
preguntaba por ella.
Una mañana cabalgando
junto a un río mientras, cantaba la canción que tantas veces su dama le había
cantado se encontró con un mendigo que le solicitó algo de comer pues aquel día
aún no había comido nada. El caballero descabalgó y compartió su comida con él
y le dio algo de dinero para que pasara un par de días. El mendigo quedó muy
agradecido, pero antes de que el caballero partiese le preguntó:
-Noble caballero
decidme ¿qué melodía era la que antes entonabais pues es de gran belleza?
El caballero le dijo
que aquella melodía era la que su dama le cantaba, y le contó su historia. En
ese momento el mendigo se transformo en un mago alto y apuesto y le dijo:
-Habéis demostrado
tener un corazón noble y la pureza de vuestro amor; haré algo por vos.
El mago pronuncio
unas extrañas palabras y el maleficio quedó roto. El caballero apareció junto a
su dama y juntos partieron a su hogar donde fueron felices para siempre.
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