lunes, 5 de octubre de 2015

LECTURA PARA REGISTRAR

México dulce

México dulce, rincón de lecturas de sallita
Estoy frente a una charola repleta de dulces: cocada, palanqueta, jamoncillo, camote, gaznates, chilacayote, tamarindo, muéganos...
¡Ese quiero! Estiro la mano y tomo mi dulce con infinito cuidad o, para impedir que se lastime. Lo observo de cerca, lo huelo, se me hace agua la boca, lo muerdo y permito que se derrita. El dulce me regala sus delicias y me impregna de su sabor.
La palabra dulce no siempre quiere decir lo mismo. Si se refiere a una persona dulce, significa que es cariñosa, suave, dócil, amable...
Si se refiere a algo... La risa de los niños es dulce al oído, el aroma de la lavanda al olfato, la piel de nuestros queridos al tacto.
Mas, cuando se refiere al paladar... Mmmm...
En México, los dulces existían desde la época prehispánica. Lo sabemos porque lo cuentan los primeros españoles que pisaron tierras de América. Ellos dejaron testimonio de que en estas tierras había abundancia de mieles, cacao y frutas. Uno de esos españoles fue el propio Hernán Cortés, quien escribió: "venden miel y cera de abeja, y miel de una planta que se llama maguey"...
En México los dulces provenían, además de las mieles, de una enorme variedad de frutas como piñas, guanábana, zapote, papaya, pitaya...
El intercambio alimenticio fue una de las más importantes consecuencias del enfrentamiento de los españoles con los pueblos de América. Los conquistadores conocieron los alimentos de la tierra a la que llegaban, y los indios se vieron obligados a sembrar y consumir los productos que trajeron los españoles.
El primer registro escrito sobre el cacao es de Bernal Díaz del Castillo, uno de los cronistas de la Conquista, quien al describir un banquete ofrecido por Moctezuma a Cortés, cuenta: "...de cuando en cuando traían copas de oro fino con cierta bebida hecha del mismo cacao..."
Según una leyenda, fue Quetzalcóatl quien robó las semillas de cacao del jardín de los dioses y entregó a los hombres el preciado secreto. El cacao era un alimento, y además una moneda. En Mesoamérica, con ella se pagaban tributos e impuestos.
En poco tiempo el chocolate conquistó a los españoles... y llegó al Viejo Mundo para despertar nuevas pasiones, como bebida, tableta o bombón. Algunos dicen que nos pone de buen humor. Otros han llegado a decir que es el alimento divino. Todos sabemos que nos hace caer en deliciosas tentaciones.
Ahora ya conoces un poco de la historia del dulce en México. El dulce nos produce placer, involucra a los sentidos, trae recuerdos, conserva tradiciones e identidades...
En dulces y colores, los que prefieras son los mejores.
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Carmen Elena Cottin, México dulce. México, SEP-Trilce, 2006.

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